Miércoles Santo Zaragoza
20160323.- La AVPCZgz, participo en la noche de ayer (Miércoles
Santo) y la madrugada de hoy (Jueves Santo) junto a La
Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores, en la Procesión de los Siete Dolores y del
Encuentro, a su paso por la C/
Dolmer y adyacentes (D. Jaime -
Mayor -Cisne - Cuéllar - Plaza de La Seo), manteniendo libres en la medida de lo
posible las estrechísimas calles mencionadas. Desde sus más que discretas
posiciones a no ser por su chaleco naranja, se podría decir que pasaban
inadvertidos entremezclados, terceroles, capirotes, voluntarios, imágenes y público
congregado para escuchar la predicación pública del V Dolor en la C/. Dolmer - frente a la Real Maestranza que abre sus
puertas para protagonizar un emotivo
encuentro con la Cofradía de la
Exaltación de la Santa Cruz que saca su Paso Insignia en señal de respeto, por La Dolorosa. Posteriormente se realizo también
un cruce con la Cofradía del Santísimo Ecce Homo y de Nuestra Señora de las Angustias
que procesión igualmente por las calles de detrás del la Seo, bajo la atenta
mirada de los trece voluntarios que permanecieron en sus puestos hasta bien
entrada la madrugada.
Heraldo de Aragón - J.C. Zaragoza.- Ni el frío ni el viento evitaron que cientos
de fieles se congregaran en el perímetro de la plaza del Pilar para
presenciar, un Miércoles Santo más, el Encuentro entre la Virgen de los
Dolores y Jesús Camino del Calvario. Instante distinguido en la Semana
Santa zaragozana, que se viene celebrando desde 1941. Se acababan de cumplir
las 00.30 cuando ambas imágenes -arropadas por los sonidos de los
tambores y los bombos- quedaron enfrentadas, para emoción de los
presentes.
Junto a la Seo, alrededor de 300 cofrades de la Hermandad de San Joaquín y
la Virgen de los Dolores; al otro lado, unos 400 de Jesús Camino del
Calvario. Ambas congregaciones habían comenzado a procesionar a las 21.30
-desde San Cayetano y Santa Engracia, respectivamente- para reunirse dos
horas y media después en tan bello emplazamiento.
Allí, frente a la Basílica, se produjo el abrazo de dos representantes, como símbolo de unión entre cofradías. Seguidamente, el protagonismo recayó en Jesús con la cruz a cuestas buscando el apoyo de su madre.